lunes, 4 de enero de 2010

Pobre regalo de cumpleaños

He pasado algún tiempo sin publicar nada, y no se debe a que no haya escrito nada, pero definitivamente no hay un motivo para exponer mis pobres escritos. Está por celebrarse un día trágico que detesto y para hacerlo un poco menos amargo decidí escribir un poema en deshonor a tal día. La primera versión sin duda es la más pobre y decadente. Algunos camaradas que gustan de hacer crítica de mis textos me dieron buenos consejos pero al final decidi no publicar alguna de las versiones corregidas pues considero que estoy siendo deshonesto conmigo. A fin de cuentas, la calidad del poema refleja lo que soy: decadente y sin talento.

No espero que les guste pues todos sabemos que es malo y lleno de... bueno, más bien está vacío el poema. No trascenderá, como tampoco yo lo haré.

Décadas

Como todos los días de marzo
hoy amaneció siendo invierno.
Hoy desperté viviendo un enero
como sucede todos los mayos.

Luces de memoria sortean grietas
en los vastos muros del tiempo,
repiten hasta el hastío temas
insolentes que pretendo lejos.

Agoniza y se torna cliché
la dorada arena del reloj.
Tolerarme vivir, grave error
indispensable de cometer.

El genio que nunca vivió, muere,
ingenuo pensó: todo es posible,
necio quien no entiende y no se rinde.
‘Saber’ fue su ley, o eso se cree.